miércoles, 18 de abril de 2007

Virginia: Mirarnos el ombligo


Ocupa la primera página de todos los periódicos estos días, la noticia de la terrible matanza en la Virginia Tech; es conocido que un chaval de 23 años mató a 32 personas y se acabó suicidando.
La nota del suicida, fotografías y panegíricos de las víctimas, debates sobre la venta de armas en EEUU, horas y páginas hablando sobre este tema. Abre telediarios y todos los tertulianos discuten sobre el asunto.

Ocupan desde hace cuatro años las páginas interiores de algunos periódicos, las noticias de los continuos y terribles atentados en Irak; donde suicidas de veintitantos años matan continuamente a treinta y tantas personas. Se da como una nota más en un informativo, no ocupa portadas, no se conocerá nunca a las víctimas y nadie discute sobre ello (salvo en los aniversarios de la invasión americana).

¿Qué diferencia una notica de otra? Aparte del tratamiento informativo, aparentemente nada.
Sólo el mirarnos continuamente el ombligo da pie para que se hable de lo de EEUU y no de lo de Irak.

En una sociedad que, como dice Eduardo Galeano, es la sociedad del miedo (a perder el trabajo, a salir a las calles, a perder la vida...); actos como el de Virginia nos hacen recordar que también nos puede pasar a nosotros, mientras que con los otros sólo se llega a pensar (en el mejor de los casos)... "pobrecicos", cuando no es la más absoluta indeferencia la reacción más común.

Vivimos en nuestro oasis de tranquilidad occidental, ajenos a los males y sufrimientos del resto del mundo y cuando nos estallan en la cara (11-S, 11-M, matanzas...) los vivimos con un asombro característico de la ingenuidad que padecemos.

Además, a este estado de ensoñación hay que sumarle uno de superioridad. "Somos mejores, no nos interesas" parece decirle la sociedad occidental al resto del planeta, "No te preocupes, que nosotros decidimos lo que es bueno para tí" es el mensaje que continuamente les mandamos. "Hacte de los nuestros, se de los nuestros; que nos aprovecharemos de tí hasta que veas que nunca lo serás" les tratamos de imponer (Banco Mundial, G7, colonización, globalización...), les enseñamos el paraiso prometido del consumo, las luces de colores, la televisión y la felicidad pero no les permitimos llegar a él.
Si ésto nos lo hace un compañero de trabajo o un amigo, como poco le dejábamos de hablar y más de uno se ganaría un guantazo (sigamos poniendo cara de bobos ante la amenza del terrorismo internacional).

Y luego están los medios de comunicación; todos con las mismas fuentes de las mismas agencias, todos compitiendo por quien hace más seguimiento de un mismo acotencimiento, todos retroalimentándose con sus propias noticias. Sólo así se explica que lo que pasa a 6000 Km. de casa nos preocupe más que lo que sólo está a 4000.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón compañero; nos sobrecogemos con la matanza de 32 personas por un tipo, se supone que trastornado, en una universidad de EEUU.

Sin embargo, cuando la matanza se produce en Iraq, por ejemplo, por otros supuestos trastornados, no nos inmutamos apesar de que los muertos se cuentan por decenas a diario.

Raulo dijo...

Estados Unidos tiene un problema cuandos se censura una teta, pero no una película de matanzas indiscriminadas.

Y sí, sólo nos miramos el ombligo. Nos quejamos que los yankis no saben donde cae España... pero cuantos españoles saben donde cae Burundi? Y su capital? (no vale mirar ahora la wikipedia!)